Un viernes por la noche bastante curioso, Waldo me pidió un dragón. Al sábado siguiente en la sala causó sensación, y todo el mundo quería uno parecido. Como bien dije, ¡NO REPITO CORBATA! Ni siquiera parecida, si puedo evitarlo. Alguna ventaja tiene que tener el hacer uno mismo las cosas, y esa es una. Pero como creo que ha quedado demostrado, hay mil ideas buenísimas como para lamentarse por no repetir una.
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2 comentarios:
JO...
...DER!!!
Ô_ô
Como a dicho el señor presidente... WoW
Normal qe todos quisieran una igual niña...
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